Un hombre publicó en Facebook, en un muro de su cuenta, dos mensajes refiriéndose a su expareja de la siguiente forma:
«aún sigo con esto encima ya que no tengo sentencia aún porque ella tiene una niña a la que maltrata y me quieren hacer a mí responsable» y «es por eso que estoy indignado, si hubieran visto lo que yo he visto ella estaría en la cárcel en este momento y le hubieran retirado la custodia de inmediato».
La mujer presentó denuncia ante el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer, quien condenó al hombre como autor de una falta de injurias.
En el juicio, el hombre aseguró que el contenido de las expresiones que se estiman injuriosas pertenecían a una conversación privada, en la que él y su interlocutor se refieren a una tercera persona, lo que resultó desmentido no sólo por las declaraciones de la denunciante, sino, sobre todo, por el contenido de la prueba documental consistente en un Acta notarial de manifestaciones, en el que se constata cómo cualquier usuario de internet puede acceder, sin ningún obstáculo, a la página-espacio de su expareja, denominado Muro, en Facebook.